La intervención en este paso procesional del titular de Santo Entierro se realizará en diferentes fases, según las posibilidades económicas de Emasa y las gestiones de la hermandad. Además, el convenio establece que la hermandad será la que determine los responsables de la restauración, que posteriormente recibirán el visto bueno de Emasa.
La urna de Santo Entierro requiere una intervención tanto en la orfebrería como en los cristales. Esto último supone una complicación, ya que los trabajos en este tipo de cristal parisino con formas abultadas no se realizan ya en casi ningún sitio, siendo necesario recurrir a maestros artesanos de Barcelona o incluso de Alemania.